Por segunda vez no hubo suerte, mis pollitos no quisieron quedarse conmigo. Menos mal que este tratamiento me lo tomé con mucha calma y el golpe ha sido menos fuerte.
En la beta-espera, los nueve primeros días post-transfe fueron bastantes molestos. Tuve muchos dolores constantes de ovarios y un hinchazón descomunal, tanto de llegar a pesar 300 gr más por día. Tenía bastantes esperanzas que esta vez fuese la mía ya que los síntomas no tenían nada que ver con la otra vez. Eso sí, el pecho si que volvió a repetir los mismos pasos, mucho dolor y luego nada.
En todo momento me lo he tomado en estado Zen. Hice tal como me dijeron, vida normal. Estuve de reposo absoluto 36 horas, después vuelta al trabajo y al día a día. Incluso me he ido de viaje y he disfrutado de unas estupendas vacaciones, sin ningún miedo de nada, sin pensar cual iba a ser mi resultado. El próximo tratamiento lo haré tal cual, porque creo que es la manera más fácil psicológicamente para poder aguantar esto. No quiero estar frustrada en un sillón pensando que va a pasar, si va ir bien, si estornudo se van a salir...
Las mujeres "normales" (así las llamaremos) no saben si están embarazadas días después de la primera falta, ellas hacen su vida normal. Nosotras las "especiales" tenemos que tener algo de precaución, como por ejemplo no ponernos a arrastrar un camión, pero sí tomarnos un poco el tratamiento con algo de normalidad porque si no sale bien a la primera, ni a la segunda o más, nuestra cabeza finalmente se acaba agotando, y repito como en el post anterior, no somos "figuras de cristal", sólo somos ESPECIALES y tarde o temprano lo conseguiremos.
Mucho ánimo a las que hayan pasado hace poco por un negativo. No perdáis la esperanza, sólo hace falta un poco de paciencia y si no ha sido esta vez será la siguiente.