Estoy a pocos días de mi cita para mi siguiente tratamiento, debe ser por eso por lo que ya estoy temblando y reculando, siempre me pasa lo mismo.
En mi anterior nefasta-fiv, después de la punción (porque llegué a ella), a parte de quedarme hecha una mierda, también me quedé con muy mal sabor de boca, me faltaba acabar algo que había dejado a medias. Creo que fue lo que más me influyó de todo: pasar por la fase de los pinchazos, la incertidumbre de la eco y el mal trago de la punción sin llegar a la transferencia.
De un tratamiento a otro van a pasar siete meses. Los primeros meses tuve la sensación de largos y pesados, pero ahora que va llegando el momento los días me están pasando a toda pastilla y es cuando mi cabeza empieza a volverse loca:
- Por fin llega la cita - No no no, no quiero pisar el hospital.
- Ummmmm, tengo curiosidad por saber cual será mi siguiente tratamiento - No quiero pincharme, ni estar pendiente de las horas, ni los días, ni las nadas...
- Seguro q esta vez es la definitiva - ¿Y si vuelve a fallar?
- Siento que mi vida está incompleta - Oyes pues no vivo nada mal, hago lo que me place.
Y así día tras día... ¿Pero, por qué narices siempre paso por lo mismo? No sé si os pasará, pero llego a pensar miles de veces que a lo mejor esto no es lo que quiero, pero entonces ¡¿por qué llevo más de cuatro años con esta lucha?! Va ser que tanta hormona me está volviendo tarumba.
Buenas noches, me voy a beber mi pócima Seidivid.
En mi anterior nefasta-fiv, después de la punción (porque llegué a ella), a parte de quedarme hecha una mierda, también me quedé con muy mal sabor de boca, me faltaba acabar algo que había dejado a medias. Creo que fue lo que más me influyó de todo: pasar por la fase de los pinchazos, la incertidumbre de la eco y el mal trago de la punción sin llegar a la transferencia.
De un tratamiento a otro van a pasar siete meses. Los primeros meses tuve la sensación de largos y pesados, pero ahora que va llegando el momento los días me están pasando a toda pastilla y es cuando mi cabeza empieza a volverse loca:
- Por fin llega la cita - No no no, no quiero pisar el hospital.
- Ummmmm, tengo curiosidad por saber cual será mi siguiente tratamiento - No quiero pincharme, ni estar pendiente de las horas, ni los días, ni las nadas...
- Seguro q esta vez es la definitiva - ¿Y si vuelve a fallar?
- Siento que mi vida está incompleta - Oyes pues no vivo nada mal, hago lo que me place.
Y así día tras día... ¿Pero, por qué narices siempre paso por lo mismo? No sé si os pasará, pero llego a pensar miles de veces que a lo mejor esto no es lo que quiero, pero entonces ¡¿por qué llevo más de cuatro años con esta lucha?! Va ser que tanta hormona me está volviendo tarumba.
Buenas noches, me voy a beber mi pócima Seidivid.